martes, 12 de julio de 2011

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miércoles, 25 de mayo de 2011

Disfruta de las pequeñas cosas. Capítulo 1

Aquella mañana el sol me cegaba, pero opté por pasear para disfrutar del clima que el día me ofrecía.
Tardé poco en llegar y como era de esperar allí no había nadie. Un sábado por la mañana era más bien para dormir, jugar al ordenador y esas cosas que solían hacer los niños de dieciséis años.
Me pareció que aquel lugar estaba muy extraño sin gente que lo poblara, gritando y corriendo de aquí para allá.
Los árboles se veían más frondosos y el césped tenía un brillo especial, así que dejé mi pequeña mochila sobre él y me recosté sobre un árbol.
Allí comenzaron a pasar las horas una detrás de otra. A la una me saqué un bocadillo que guardaba en la mochila y comencé a comer. Hacía tiempo que no comía tan a gusto, desde la muerte de mi madre, había comido por mera obligación. Lo cierto era que desde hacía un par de semanas parecía un zombie. Hacía lo mínimo para sobrevivir y el resto del tiempo lo pasaba tumbada en la cama meditando.
Sobre las cinco de la tarde comenzó a llegar gente. Todos se sorprendieron al verme.
La tarde se me hizo corta y logré despejarme un poco de todo, incluso me reí. Siempre me había resultado fácil reír con mis amigos y aquella tarde recordé esa sensación que creí haber olvidado.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Disfruta de las pequeñas cosas. Prólogo

Cogí el pañuelo de la mesita de noche y sequé mis lágrimas. Estaba harta, había llegado a un punto en el que o decides vivir o te quedas a contemplar la vida sin  posibilidad de actuar. Y yo ya había decidido. Vivir.
Me levanté de la cama. Me dirigí al cuarto de baño y encendí la luz. Al mirarme al espejo comprendí muchas cosas. Él no merecía una sola lagrima más, si no me quería yo tampoco estaba dispuesta a quererle. Claro que una cosa es decirlo y otra muy distinta es hacerlo. Pero todo giraba en torno a mi decisión, y si yo había decidido vivir, debería olvidarme de él.
Encendí entonces el grifo de la ducha, solo el agua cayendo sobre mi cabeza me despejaría y aclararía mi mente.
Cuando salí de la ducha sentí el deseo irrefrenable de salir a la calle. Necesitaba ver a mis amigos, solo ellos me apoyarían en mi decisión. Así que me arreglé, cogí las llaves y bajé las escaleras que daban al exterior. Aquel día    por fin iba a poder disfrutar del buen tiempo que brindaba la primavera. Aunque, eso sí era cierto, me aterraba la idea de poder encontrarme con él al girar cualquier esquina.

lunes, 9 de mayo de 2011

Presentación

Bueno, pues, lo primero, quería hacer una entrada de lo que va a ser una introducción a mi blog.
Y que el repentino interés de hacerme un blog no lo puedo explicar, porque la verdad no tengo ideas xD
Si había pensado en ir escribiendo una historia capítulo a capítulo, o también, ir subiendo las fotos que suelo hacer día a día.
Espero que os guste
Saludos :)